La Asociación Cinematográfica estadounidense (MPAA) ha presentado una demanda contra Hotfile exigiendo su cierre por supuesta infracción de derechos de autor en miles de millones de descargas ilegales.
Hotfile es el siguiente servicio de alojamiento de archivos en el punto de mira de la poderosa industria cinematográfica y musical estadounidense, capaz de impulsar una operación internacional de tal magnitud como la que llevó al cierre de Megaupload.
Los cargos contra Hotfile son idénticos: albergar material protegido por copyright en un 90 por ciento del total de almacenamiento del servicio de alojamiento, e impulsar la piratería (lucrándose con ello) al haber servido hasta ahora mil millones de descargas ilegales de música, películas u ebooks.
El objetivo de la demanda presentada en Florida también es el mismo que la de Megaupload: conseguir la imposición de medidas cautelares sin juicio previo que logren cerrar Hotfile y lanzar un aviso de gran poder mediático a otros servicios y usuarios.
Veremos el desenlace. En principio y según indica la BBC, Hotfile ya ha movido ficha, ha cambiado el sistema de pago por cuentas premium, ha limitado la velocidad, facilitará la identificación de los infractores reincidentes, borrará ciertas cuentas de usuarios y añadirá una ‘huella digital’ para intentar bloquear los archivos protegidos.
Medidas similares a las realizadas por otros grandes servicios de alojamiento como Rapidshare, Filesonic, Fileserve o Uploader.to que en la práctica han terminado con su funcionamiento anterior.
El problema para la industria de esta estrategia exclusivamente policial/judicial es que lejos de acabar con la piratería está impulsando nuevamente el uso de redes de intercambio P2P u otros servicios de alojamiento de nueva creación. Si no se ofrecen alternativas comerciales asequibles y accesibles con Internet como protagonista, será difícil ponerle ‘puertas al campo’.
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