Un joven de 37 años, O.H.G., vecino de Beriáin, fue ayer juzgado en Pamplona acusado de un delito contra la propiedad intelectual, como administrador de una web de descarga de música en la que, según la fiscal, él mismo suministraba contenidos de forma ilegal. Aunque el acusado admitió lo primero, negó en todo momento que él fuera la persona que proporcionaba los discos para que fueran descargados por los usuarios, sino que estos eran facilitados por terceros, "la propia comunidad de la web", sin ninguna vinculación específica con él, más allá de una colaboración desinteresada.
La representante del Ministerio Público solicitó al titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Pamplona que el joven sea condenado a dos años de prisión y a indemnizar con un millón de euros a las compañías discográficas supuestamente perjudicadas por su actividad. La defensa, por su parte, interesó su libre absolución al sostener que su actuación se limitó a administrar la web, sin subir contenidos a ella, al tiempo que cuestionó las pesquisas llevadas a cabo por la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional.
Durante su declaración, el joven aseguró que se animó a lanzar la página web www.torrentazos.com como "un hobby" y que previamente a hacerlo se informó sobre la legalidad de la actividad. En ese sentido se refirió a una circular de la Fiscalía General del Estado que ampararía las web que se limitaban a enlazar contenidos audiovisuales.
En concreto, la página del acusado proporcionaba enlaces a archivos externos tipo torrent que redirigen archivos que albergan obras fonográficas cuya descarga por parte de los usuarios se gestiona a través de la plataforma de intercambio de archivos Bittorrent. Si bien el acusado sí reconoció esta actividad, negó que él mismo proporcionase obras originales, fuentes o semillas, bajo el seudónimo Torrentazos en la página web www.thepiratebay.org, tal y como mantuvo la fiscal.
En este sentido, el Ministerio Público afirmó que O.H.G., desde julio de 2004 hasta febrero de 2008, fecha en la que se inició la investigación policial, subió sin permiso de los titulares de los derechos de propiedad intelectual un total de 5.760 obras fonográficas o discos awww.thepiratebay.org que posteriormente ofertas enwww.torrentazos.com. Como indicios para mantener esta imputación, el responsable de la investigación policial explicó que los agentes analizaron 26 títulos que, pocos minutos después de ser subidos awww.thepiratebay.org, aparecían posteriormente en Torrentazos y en el mismo orden en que eran publicados en la primera.
Al respecto, el inspector del Cuerpo Nacional de Policía mostró su sorpresa por el escaso tiempo en el que el joven era capaz de ilustrar el contenido con una carátula del contenido fonográfico, una sinopsis, etc. Para explicar esta coincidencia, el acusado aseguró que hacía uso de un sistema de alertas de la propia web que le avisaba cuándo se actualizaba con algún nuevo título, que en ese momento él enlazaba desde su página. "Yo trabajaba de albañil; no sé de dónde iba a sacar 5.700 discos para subirlos a Internet", señaló ayer.
En cuanto a los beneficios que obtenía con la web, la investigación policial los cifró en 50.000 euros derivados de la publicidad que mostraba a los usuarios que accedían a la página. Al respecto, el joven señaló que esa era una fuente de ingresos declarados ante Hacienda, por los cuales había pagado los impuestos correspondientes.
La defensa puso en tela de juicio la investigación llevada a cabo por la Policía Nacional e interrogó al inspector sobre los motivos por los cuales no habían investigado la identidad del usuario Torrentazos de la web www.thepiratebay.org o la razón por la que no analizaron el equipo informático del acusado. El perito testigo respondió que los indicios con los que contaban para determinar que el acusado era ese mismo usuario eran "suficientes" y que no revisaron su ordenador porque no se lo facilitó.
Fuente: www.noticiasdenavarra.com
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